Hay un momento en la vida…

O dos… o tres…

No quiero entrar en detalles, sólo puedo decir que los últimos meses del año pasado fueron como una bola de nieve deslizándose por la ladera de una montaña.

Y la gigantezca bola me pegó, me arrastró con ella y me dejó helada por semanas. Aún ando reponiéndome.

Pero hay un momento en la vida donde te das cuenta de que ya no tienes edad para aguantarte nada, ni para medir tus palabras, o aguantarte tus fangirlings, tampoco para no analizar y aguantarte las ganas de compartirlo con el mundo.

El momento es hoy.
Ya no me aguanto nada.

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